Cuando es necesario observar de cerca un quiste o crecimiento en los ovarios, el cirujano puede hacerlo a través de una pequeña incisión de laparoscopia o mediante una incisión abdominal más grande (laparotomía). Ambos tipos de cirugía se pueden utilizar para diagnosticar quistes ováricos, adherencias, fibromas e infección pélvica, pero si hay alguna preocupación sobre el cáncer, es posible que se opte por la laparotomía. Este procedimiento ofrece una mejor vista de los órganos abdominales y pélvicos, de forma que si se detecta un cáncer de ovario, se pueda eliminar de forma segura. Durante la cirugía se puede eliminar el quiste canceroso (cistectomía) y dejar al ovario intacto. En algunos casos más graves, es necesario extirpar todo el ovario o ambos ovarios.
¿Por qué se hace la cirugía de quistes ováricos?
La cirugía se utiliza para confirmar el diagnóstico de un quiste ovárico, eliminar un quiste que está causando síntomas y descartar el cáncer de ovario. Este procedimiento se recomienda en las siguientes situaciones:
- Crecimientos ováricos (masas) presentes en ambos ovarios.
- Un quiste ovárico mayor que 3 pulgadas (7,6 cm).
- Un quiste ovárico que no se reduce ni desaparece en 2-3 meses.
- Un examen de ultrasonido sugiere que el quiste no es un simple quiste funcional.
- La mujer tiene un crecimiento ovárico y:
- Nunca ha tenido un período menstrual (por ejemplo una niña).
- Ha pasado la menopausia (mujer posmenopáusica).
- Usa píldoras de control de natalidad.
- Su médico sospecha que el cáncer de ovario puede estar presente.
¿Qué esperar después de la cirugía?
Por lo general durante la cirugía se utiliza anestesia general.
Después de una laparoscopia, se pueden reanudar las actividades normales en pocos días, sin embargo se deben evitar las actividades o ejercicios fuertes durante aproximadamente una semana.
Después de una laparotomía, la paciente debe permanecer en el hospital de 2 a 4 días y puede retomar sus actividades normales en 4 o 6 semanas.
¿Qué tan bien funciona?
Un quiste ovárico puede ser removido preservando el ovario y la fertilidad, pero es posible que al pasar el tiempo se forme un quiste nuevo en el mismo ovario o en el otro. La formación de nuevos quistes solo se puede evitar completamente mediante la eliminación de los ovarios (ooforectomía).
Los riesgos de una cirugía para quistes ováricos
Los riesgos de la cirugía ovárica incluyen:
- Los quistes ováricos pueden reaparecer después de una cistectomía.
- El dolor puede ser incontrolable.
- Se puede formar tejido cicatricial (adherencias) en el sitio quirúrgico, en los ovarios, trompas de Falopio o en la pelvis.
- Puede desarrollarse una infección.
- El intestino o la vejiga pueden resultar dañados durante la cirugía.
En general esta cirugía se puede recomendar si la mujer tiene un gran quiste, varios quistes en ambos ovarios u otras características que pueden indicar cáncer de ovario. El cáncer de ovario puede ocurrir en mujeres de todas las edades, pero su incidencia aumenta después de la menopausia.